Tuesday, June 28, 2011

It's Kind of a Funny Story


It's Kind of a Funny Story está basada en el libro de Ned Vizzini, dirigida por Ryan Fleck y Anna Boden. Básicamente narra la vida de Craig, un joven de 16 que tiene varios problemas emocionales que lo llevan a intentar suicidarse, sin embargo se interna en el área de psiquiatría del hospital. Cuando las presiones de la escuela, de los amigos y de la familia se aglomeran en tu torrente sanguíneo y no logras sacarlas la depresión aparece y con ella una terrible incertidumbre que carcome los días de la juventud y tu energía. El film retrata el camino, breve, de hacer introspectiva y retrospectiva (cuenta con varios flashbacks) que sirve para aprender y seguir, que es una de las lecciones.

Por otro lado, el soundtrack es acogedor y energizante, en especial cuando cantan Under Pressure de Queen y David Bowie, es de mis escenas predilectas, simplemente es maravillosa y encaja perfectamente con todo. La fotografía, de igual forma, está genialmente concebida, especialmente cuando Craig y Aaron fueron por todo New York en bicicleta, cuando las presiones no existían. Desborda sinceridad, cierta vitalidad y comprensión. Además se comprueba, por enésima ocasión, que el arte en cualquiera de sus expresiones libera y sirve para aprender a sobrellevar la carga. Está demás decir que es una de mis películas favoritas por mucho y cada vez que la vuelvo a ver es como si aprendiera un poco más.



Wednesday, June 22, 2011

Máncora


Film dirigido por el peruano Ricardo de Montreuil que narra la historia de Santiago luego del suicidio de su padre, desde los primeros minutos se respira el drama. No es un drama tedioso al contrario, es interesante por su complejidad y tensión. La fotografía es asombrosa, cada segundo en Máncora y en la playa son vibrantes, varias escenas transmiten un extraño matiz cálido y sencillo. El soundtrack es adecuado, aunque tengo que aceptar que no me acuerdo mucho de cómo sonaban ciertas escenas. De las cosas que más me fascinaron están: el hecho de dejar con la carta de despedida un libro, en este caso Los Heraldos Negros de César Vallejo y cómo el poema encajó perfectamente en la historia. Creo que empiezo a tener cierta afición por la poesía visual que he visto en ciertas películas. Siempre he querido hacer un viaje para perderme y encontrarme, que debería de ser un requisito indispensable para cualquier joven, ya saben para madurar, para saber qué se desea en la vida, qué estamos dispuestos a entregar a cambio y esas cosas. La recomiendo muchísimo, la "reflexión final" de Santi es tan acertada.



PS.
A partir de ahora, si me acuerdo, les voy a dejar el tráiler del film en cuestión.

Tuesday, June 14, 2011

La Vida de los Peces

Antes de empezar tengo que aceptar que he estado sin ánimos de escribir algo por estos rumbos, quizá porque la inspiración no ha tocado la puerta o porque me he quedado sin cosas/sentimientos/emociones/etcétera que decir. A lo mejor en las vacaciones todo regrese, los ánimos y la inspiración; voy a tener tiempo de sobra para mejorar con los reviews, a ver qué tal me va en eso. En estos últimos días he visto varias películas, aunque pocas van a ser mencionadas en este espacio, la tendencia a ver por lo menos dos filmes al día sigue. Por cierto, las recomendaciones siempre son bienvenidas. Prosigo con lo que de verdad importa en este spot.

La Vida de los Peces es un film chileno dirigido por Matías Bize, narra la historia de Andrés (Santiago Cabrera) que está en Chile para cerrar por completo ciertos capítulos de su vida antes de partir y no regresar más al lugar que lo vio crecer. Andrés es un personaje enigmático, su mirada refleja una extraña pesadez, como quien quiere dejar ir todo pero no puede, como quien no es feliz aunque tiene todas las posibilidades de serlo, como quien tiene recuerdos que quisiera borrar y otros que quisiera revivir. Cuando ser un viajero implica no crear lazos con los lugares visitados y vivir de recuerdos que cada vez son más distantes, dolorosos y oscuros.

La historia está llena de nostalgia, recuerdos, amigos, amor, pasado, decisiones y música. La carga emocional es tremenda, palpable en todo el desarrollo del film. Las actuaciones son simples, cálidas y adecuadas a la historia. Aunque toda la historia se lleva a cabo en una fiesta, dentro de una casa, la fotografía es memorable, le brinda un aire de melancolía y profunda calma. El soundtrack es demasiado bueno, creo que sin la música el film no hubiera sido el mismo, le brinda una exquisita fluidez y conmueve en los momentos críticos (que al final no son tan críticos). Diego Fontecilla e Inverness le imprimen melodía a las miradas y al silencio de Andrés. Como quisiera que esa música fuese inmortal y estuviera presente en mis momentos críticos o que al menos aliviasen el dolor de los días.