Saturday, April 30, 2011

Once

Film de John Carney, protagonizada por Glen Hansard y Markéta Irglová; la historia está situada en Dublín, donde él (Hansard) toca canciones -covers-, acompañado de una guitarra, en las calles de Dublín, una noche ella (Irglová) lo escucha tocando una canción propia y la amistad surge casi instantáneamente. A partir de ahí la historia se desenvuelve de una manera fluida y melódica. No me voy a centrar en el plot, sino en la deliciosa banda sonora, que los protagonistas mismos reproducen en varias escenas, la música es auténticamente genial, llena de simpleza y personalidad. Con piano y guitarra en mano, supieron conjugar los verbos adecuados en cada frase de las líricas, las cuales están llenas de amor y desamor, de idas y venidas, de tristeza y alegría, en fin una relación de sentimientos opuestos y complementarios en su mayoría. Música para el alma, en palabras de mi mamá, produce un claro efecto de alivio y ligereza. Mientras escribo este post, investigo, escucho música y descargo el soundtrack de la película, me entero que los protagonistas en la vida real son un dúo, The Swell Season, así que lo dejo para el próximo post.

Tengo que decir que realmente deseaba ver el film, tenía grandes expectativas y realmente las lleno, con un par de excepciones pues creo que la historia como tal, más allá de la música, se quedó corta y un poco débil, hubiera querido más, pero al final, de verla, quede conforme y la disfruté mucho.


PS.
Les dejo un par de canciones, las que más me gustaron.


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