Back to the start.

A un año de la muerte del Lic. Rosenberg, todo y nada sigue igual. Cuando me refiero a todo, hablo específicamente de los jóvenes. Aquellos jóvenes que corrieron a expresarse en el Centro, clamando por justicia -tardía por cierto- al ya antes mencionado. Como masa amorfa llegaron y como masa amorfa se fueron. ¿No creen? Es decir, ¿dónde está el fenómeno natural (tsunami) blanco cuando la justicia no ha llegado y la gente sigue muriendo sin razón aparente? Acaso tendrá que morir otro de apellido "bonito" para que los jóvenes -sin distinción alguna- tomen su papel en la política y en el camino de Guatemala, ser un ente de cambio suena bonito, pero hasta ahí no se puede quedar el asunto.

Mi objetivo no es desprestigiar el hecho de que la Sociedad Civil POR FIN se levantara y realizara la tarea que le toca, ser un ente fiscalizador del Gobierno de turno, luchar y exigir Magistrados, Director del IDPP, Fiscal General, Contralor de Cuentas HONORABLES y sin deudas políticas, además Comisiones de Postulación que no velen por intereses políticos y que escojan a funcionarios públicos por sus aptitudes y no por sus negociaciones con poderes "ocultos" y paralelos.

Lo único que quiero hacer ver, es la indiferencia menguada durante esos días blancos en el Centro, pero que regresó y para arraigarse de una vez por todas. Y que cada vez que hay una manifestación campesina, estos jóvenes estén inconformes por el paro y bloqueo. Cuando ellos en su época hicieron algo muy parecido, nótese parecido. Incluyo que exigir la renuncia de un Presidente electo democráticamente por los ciudadanos guatemaltecos, que al parecer fue la voluntad de la mayoría, es un gran entorpecimiento del largo y mal camino de la democracia del país. Si hubiese renunciado, hubiera sido un gran golpe para ésta. Lo bueno fue que el escándalo duro poco y dejo mucho que desear.

Ver Back to the start.

Además ver la Columna de Méndez Vides.