The Boys Are Back es un film profundo, que te pone a pensar acerca de la muerte, el divorcio y el verdadero significado de amor de padre. Situada en Australia, contiene unos paisajes tremendamente cautivadores, una fotografía muy bien realizada. Las actuaciones son simples y profundas a la vez. Clive Owen aparece al principio como un padre que no era padre, solo era el típico padre ocupado que siempre estaba trabajando y cada vez que llegaba a casa venía con mil y un regalos para los hijos, cosa que a la larga no interesa a los hijos. Con el pasar del trama su rol cambia y conmueve, aunque sigue siendo desorganizado y espontáneo en la mayoría de cosas. Cabe resaltar que no hay nada mejor que un hombre con camisa de lino, es tan elegante, cómodo y simple. Los niños tienen esa mirada que esconde miedos e incertidumbre. Además con un soundtrack relajado y realmente adecuado al trama, que parece el soundtrack de esos altibajos de tu vida, cómo no iba a ser conmovedor si la banda sonora está en manos de Sigur Rós. Es una película excelente que merece ser vista y más si estás a punto de divorciarte o ya lo hiciste, ayuda a comprender a los hijos.
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